Moringa Oleifera, más conocido como Moringa, es un árbol originario de norte de India. Crece en casi cualquier tipo de tierra, incluso en condiciones de sequía, por eso los científicos recomiendan a las poblaciones que lo cultiven para alimentarse.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos contiene una enorme lista de propiedades nutritivas y curativas: antiinflamatorio, analgésico, antiasmático, antianemia, activador del metabolismo, purificador, protector del hígado, antihipertensivo, productor de hormonas, promueve el crecimiento del pelo, hidrata, moviliza los líquidos del cuerpo (homeostático), desintoxica, fortalece músculos y huesos, mejora la alerta mental, la memoria y la capacidad de aprendizaje.
Hoy en día docenas de organizaciones humanitarias del mundo usan Moringa para combatir la extrema desnutrición y el hambre. La comercialización de la planta es escasa, debido a que no se puede patentar y al desconocimiento, aunque en el futuro ésta situación se vera revertida.
Las hojas de moringa tienen grandes cualidades nutritivas. Según un estudio de la FAO, el contenido de proteínas es del 27% (tanto como el huevo y el doble que la leche) y tiene cantidades significativas de calcio (4 veces las de la leche), hierro, fósforo y potasio (3 veces más que la banana), vitamina A (4 veces más que la zanahoria) y C (30 veces mas que la naranja).
El sabor de la moringa es agradable y sus partes se pueden comer crudas, especialmente las hojas y flores (que son de color crema y aparecen principalmente en épocas de sequía, cuando el árbol suele perder las hojas) o cocidas de varias formas (por ejemplo en guisos).
Las hojas pueden usarse para ensaladas, tienen un gusto suavemente picante (una mezcla entre berro y rabanito). Además da fruto en forma de vainas que estando verdes se pueden cocer y tienen gusto parecido a las chauchas, cuando están maduras se hierven con un poco de sal, se abren y se extraen las semillas ya listas para consumir, de sabor parecido al garbanzo y también se pueden tostar. Las raíces son comestibles, parecen zanahorias pero de gusto picante.
Ésta maravillosa planta, es una de las especies vegetales con mayor contenido de aceite (35%), lo que la convierte en un importante recurso para fabricar biodiesel de calidad. El cultivo tiene un rendimiento de 2500 kg/hectárea, produciendo casi 1500 litros de aceite y más de 1400 litros de biodiesel cada hectárea, lo que ha llevado a que su cultivo se investigue en varios lugares del mundo.
Entre sus características se destaca su rápido crecimiento ( unos 3 mts en su primer año pudiendo llegar a 5 mts en condiciones ideales; el árbol adulto llega a los 10 o 12 mts de altura máxima) y su rusticidad que lo hace muy fácil de cultivar. Por otra parte, por su belleza es muy utilizada como planta ornamental.
Pero la lista de beneficios del “árbol de la vida” no se acaba ahí. Su madera sirve como leña y para hacer carbón o celulosa para papel. La planta es buena purificadora del agua. Y si se utiliza como forraje, se destacan otra larga lista de características benéficas, ya que sirve tanto para ganado vacuno, porcino, ovino, caprino u avícola, entre otros, en los que genera importantes incrementos en el rendimiento, tanto de ganancia de peso como de producción de leche.
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